El fracking implica riesgos para la salud humana: Senador Silvia Garza

El fracking implica riesgos para la salud humana: Senador Silvia Garza

El fracking implica riesgos para la salud humana y la contaminación del agua: Senador Silvia Garza

23 OCT REPORTE ESPECIAL

La fractura hidráulica produce emisiones de gas metano, que son más contaminantes que el CO2, alerta

La senadora Silvia Garza Galván aseguró que el uso de técnicas no convencionales de explotación de hidrocarburos, como la fractura hidráulica, conocida como fracking, implica riesgos para la salud humana y la contaminación del agua, lo que plantea al Estado el reto de garantizar un medio ambiente sano y agua limpia.

Durante la inauguración del foro: “Fractura hidráulica, actualidad de la explotación de hidrocarburos en México”, Garza Galván, presidenta de la Comisión Especial de Cambio Climático, explicó que la explotación de hidrocarburos genera grandes emisiones de metano, mediante actividades como el desfogue o venteo de gas, el quemado ineficiente del mismo, así como el transporte de gas metano, tanto en plataformas de exploración y explotación, como aquellas relacionados con el fracking.

Destacó que el metano es un contaminante climático mucho más potente que el dióxido de carbono, e indicó que provoca el 25 por ciento del calentamiento global.

Alertó que los niveles de emisión de metano siguen creciendo a nivel mundial y esto es muy preocupante. En materia de combate al cambio climático “no hay más tiempo que perder”.

Garza Galván afirmó que el control de las emisiones de metano en los sectores de extracción de petróleo y gas permitirá avanzar en el cumplimiento de las contribuciones de México a la reducción de emisiones signadas por el país en el Acuerdo de París.

“Algunos se preguntarán por qué es importante evitar las emisiones de metano; el metano es un contaminante climático mucho más potente que el dióxido de carbono, además tiene un potencial de efecto invernadero de 28 a 36 veces mayor que el bióxido de carbono si lo comparamos en un horizonte de 100 años, y de 84-87 veces mayor si lo comparamos a una escala de 20 años”, alertó.

En México, de acuerdo con el Inventario Nacional de Emisiones 2013 se sabe que las emisiones de metano corresponden a casi 113 millones de toneladas de CO2, lo que a su vez equivale a más del 15 por ciento del total de las emisiones en México.

La legisladora por Coahuila agregó que México se comprometió a reducir hasta el 25 por ciento de sus emisiones de gases de efecto invernadero y de contaminantes de vida corta.

Asimismo, recordó que los mandatarios de Canadá, México y Estados Unidos se comprometieron a reducir entre el 40 el 45 por ciento de las emisiones de metano provenientes del sector petróleo y gas para 2025.

“Estas metas son ambiciosas, pero podemos cumplirlas si nos concentramos en implementar las acciones necesarias, pues al hacerlo tendremos importantes beneficios económicos además de los ambientales”, añadió.

Manifestó que dentro de dos semanas iniciará en Bonn, Alemania, los trabajos de la Vigésimo Tercera Conferencia de Partes de la Convención Marco de Cambio Climático de Naciones Unidas, la COP 23.

En ese sentido, reiteró que todos los países del mundo tienen que concentrarse en avanzar, con seriedad y celeridad, en la implementación de las acciones que permitan reducir las emisiones de gases de efecto invernadero que ocasionan el calentamiento global.

“Con la implementación de muchas de las acciones necesarias, México gana, gana empleos, gana recursos económicos, gana protección ambiental y gana protección a la salud de nuestra población”, expuso.

Estoy segura que, el día de hoy este foro brindará elementos necesarios para decidir sobre las mejores opciones de actuación con las que cuenta el Senado de la República para continuar contribuyendo de manera constructiva a la formulación y ejecución de la agenda climática que México necesita, concluyó.

Durante la inauguración del foro estuvieron funcionarios de la Secretaría de Energía y la Comisión Nacional de Hidrocarburos; académicos de la Universidad Nacional Autónoma de México; e integrantes de organismos de la sociedad civil, como la Alianza Mexicana contra el Fracking.