El Dilema del General Cienfuegos 

El Dilema del General Cienfuegos 

El Dilema del General Cienfuegos 

Justo en este momento se discute en los pasillos del Congreso la urgencia o no, de generar una legislación que regule la presencia del Ejército y en general de las Fuerzas Armadas, en las calles del país, ejerciendo labores de seguridad pública, como lo hacen prácticamente desde hace ya diez años.
Como en cualquier tema hay voces a favor y en contra pues está claro que el Ejército es una fuerza hecha, creada y diseñada para eliminar al enemigo, para defender sin miramientos y a como dé lugar la soberanía del país. Sin embargo al ponerlos a desempeñar labores de seguridad pública, en las calles, la función evidentemente es otra, la capacitación debe ser otra, aquí entra el tema de los derechos humanos de los delincuentes y presuntos transgresores de la ley a los que hay que presentar ante una autoridad para determinar si son culpables o no; no se les puede eliminar en forma instantánea, se requiere de todo un proceso para saber si son o no delincuentes. De ahí la abismal diferencia entre seguridad nacional-soberanía y seguridad pública.
La realidad en la que sí hay casi unanimidad, es que las policías municipales, estatales e incluso la federal, están corrompidas, penetradas y rebasadas por el crimen organizado, de ahí que por el momento sea impensable que el Ejército regrese a sus cuarteles. De ahí el tamaño del reto. La idea es que esta legislación permita trazar un plan para capacitar a las policías y establecer tiempos y condiciones para el trabajo de las Fuerzas Armadas en el resguardo dela seguridad de los mexicanos.
Ese es el debate de hoy y los próximos días. Aquí más información al respecto:
Carlos Puig / Duda razonable / De soldados en las calles y policías que no sirven / Milenio
Julio Hernández López/ Astillero / La Jornada
Leo Zuckermann/ Juegos de poder / Pacificar al país regresando a los militares a sus cuarteles / Excélsior
Raymundo Riva Palacio / Estrictamente personal / Sedición (política) militar / El Financiero